Fuente: notife.com Convenio entre el Ministerio de la Producción, la UNL y la empresa Proagro SA.El Ministerio de la Producción, la Universidad Nacional del Litoral y la firma Proagro SA, firmaron un convenio de confidencialidad, donde se establecen pautas bajo las cuales se releva la información pertinente y necesaria, para que la mencionada empresa evalúe la factibilidad técnica y económica de adquirir el desarrollo de un kit ELISA para diagnóstico de la Anemia Infecciosa Equina.
Dicha técnica es desarrollada en el Laboratorio de Diagnóstico e Investigaciones Agropecuarias del Ministerio de la Producción y la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas.
Participaron del acto, llevado a cabo en el Salón Amarillo del Ministerio de la Producción, el secretario del Sistema Agropecuario, Luis Contigiani; el asesor del Ministerio de la Producción, Carlos Corvalán; el subdirector general de Ganadería y Sanidad Animal, Adolfo Estrubia. Por la UNL, en representación del Centro de Transferencia de los Resultados de la Investigación (CETRI- Litoral), su director, Daniel Scacchi, y por la empresa ProAgro SA, su presidente, Ángel Tirelli, entre otros actores ligados a la iniciativa.
El equipo de profesionales que han desarrollado el kit ELISA para detección de anticuerpos contra el virus de la anemia Infecciosa equina está integrado por la directora del proyecto, Dra. Adriana Soutullo del Laboratorio de Diagnóstico e Investigaciones Agropecuarias de la Subdirección de Ganadería y Sanidad Animal del Ministerio de la Producción y Cátedra de Inmunología Básica, Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas; por la Lic. en Biotecnología, Lucila García y la Bioquímica María Inés García, ambas de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas.
KIT ELISA
Lo que se ha logrado inventar en el Laboratorio del Ministerio, junto a la UNL, es un innovador Kit de detección de Anemia Infecciosa Equina (AIE), con importantes ventajas frente al Test de Coggins (que es la técnica actual) al cual puede reemplazar.
Hasta el presente, la única estrategia para el control de la AIE consiste en el sacrificio de los animales infectados. Sin embargo, con el diagnóstico método ELISAgp90/45 -que detecta anticuerpos antivirales en 3 horas, más de quince veces más rápido que el Test de Coggins- permite evitar el sacrificio.
El test de Coggins, por otro lado, suele dar resultados negativos o de dudosa interpretación cuando el caballo tiene una baja tasa de anticuerpos. Esta baja sensibilidad analítica ha sido superada por los tests de ELISA indirecto, manteniendo elevados niveles de especificidad cuando se emplean antígenos de elevada pureza, tal como los péptidos sintéticos aplicados en este desarrollo.
Esta metodología de diagnóstico ya fue probada y es utilizada actualmente en países desarrollados. El desarrollo nacional permitirá la sustitución de la importación de estos kits del exterior.
APLICACIÓN
Es de gran utilidad en caballos de gran valor económico, como por ejemplo, los que realizan actividades deportivas, así como para animales de exportación, entre otros.
VENTAJAS COMPETITIVAS
• Resultado del diagnóstico en 3 horas. • Elevada sensibilidad y especificidad analítica y diagnóstica, detectando Acs en cantidades 200 veces inferiores a la que detecta el Test de Coggins y un 8% más de caballos infectados. • Resultados no dependientes de la interpretación visual del operador. • No interfieren en el diagnóstico otras infecciones virales comunes, tales como el Herpes e Influenza. • Especificidad analítica del 100%. • Producto nacional, que permite la sustitución de importaciones.
Otro animal con grandes aptitudes para la zooterapia es el caballo. Especialistas mencionan tres ramas de trabajo de esta disciplina: la hipoteria (se aplica a niños con trastorno neuromotor de origen neurológico, traumático o degenerativo), la monta terapéutica (para necesidades de estimulación pedagógica y tipológica) y la equitación como deporte.
Ricardo Yarke, responsable del área de Equinoterapia de la Agencia Córdoba Deportes, cuenta que en el Estadio Mario Kempes se tratan niños, adolescentes y adultos con diversas patologías, como autismo, parálisis cerebral, ceguera, esquizofrenia, Síndrome de Down y adicciones, entre otras.
“Para nosotros, las personas que vienen no son pacientes, sino jinetes. Y la rutina con el caballo depende mucho de cómo se encuentra la persona y qué tiene ganas de hacer con el animal en cada encuentro. A veces lo alimentan, otras veces montan o simplemente lo cepillan. A través de cada una de estas actividades, se crea un vínculo entre el humano y el equino que se disfruta porque contiene mucho amor”, asegura Yarke.
En el caso de la neurorrehabilitación, Carlos Alberto González, especialista en Neurología y director Médico de la clínica Rita Bianchi (Tanti), destaca a la equinoterapia como “otro recurso en ese propósito de reorganización a través de información”. Un recurso, dice, con propiedades muy interesantes.
“El andar del caballo transmite a la pelvis de la persona un movimiento tridimensional, recíproco, que tiene mucho del propio de la marcha humana y la obliga además a un ajuste permanente del equilibrio postural siguiendo su centro de gravedad”, describe. Afirma que es una ordenada conjunción de datos visuales, del laberinto u órgano del equilibrio y de cambios continuos de posición del cuerpo y sus segmentos. “Con toda esta información, el sistema nervioso puede aprender un mejor control motor”, apunta. “Y lo puede transferir luego a otras situaciones funcionales, como permanecer sentado o parado”, añade.
Y –destaca– es agradable. “Y se realiza al aire libre, en contacto con la naturaleza, es de especial significado para personas que por sus problemas tienen limitaciones para este tipo de actividades”, concluye. Jinete y Caballo
Xalapa, Veracruz.- Pasión, excelencia y confianza caracterizan al equipo ecuestre "Barcelona Pharma" conformado solo por mujeres con un común denominador: todas son amateurs, seleccionadas minuciosamente a fin de participar en el Tour Nacional de Equipos, patrocinados para competir junto con los mejores jinetes profesionales en México, y en su experiencia xalapeña del pasado fin de semana, alcanzaron este propósito, que las mantiene con senda sonrisa.
"Buscamos experiencia y formación en eventos formato Copa de Naciones como Juegos Olímpicos, Panamericanos y Centroamericanos con la finalidad de vernos muy pronto representando a nuestro país en la esfera mundial", coinciden en señalar las guapas amazonas Lucero Arreola, Daniela Escobar, Donata Kohlsdorf, Tanimara Macari, Alejandra Manzur, Greta Matienzo, Alejandra Retteg, Fernanda Rodriguez de Haene, Manuela Sánchez y Leonor Urquiza, quienes bajo el patrocinio de Barcelona Pharma by Liban Cosmetics en los deportes ecuestres han comprobado la revitalización de la marca, a la par de crear valor y generar lazos sólidos en momentos de gran pasión. Bajo el mando de los Capitanes del equipo, Nicolás Pizarro Suárez (representante del equipo Mexicano de salto en los Juegos Olímpicos Londres 2012) y Jefferson Martins (Jinete de Gran Premio de Brasil), las amazonas oriundas de diversas ciudades mexicanas, conjuntado juventud, personalidad y arrojo son provistas en su cuidado personalizado por Liban Cosmetics, firma ampliamente conocida en la industria cosmética, donde cuenta con dos décadas de experiencia. Todas sonríen y comparten experiencias durante la sesión fotográfica, a la que llegan regias portando orgullosas su vestimenta ecuestre y prometiendo retornar en verano próximo a Xalapa, cuyo encuentro hípico les proveyó de grato sabor de boca. Jinete y Caballo
Pat Parelli ha desarrollado Los Siete Juegos después de haberse dado cuenta al cabo de los años, que la relación entre el caballo y el humano tenía muchas carencias. Los Siete Juegos están basados en la lógica de un animal de presa y son juegos que los caballos juegan entre ellos para decidir la jerarquía, y el caballo Alfa o Líder.
Nuestro objetivo será el de establecer una comunicación clara y verdadera, que enseñará al caballo a sentirse siempre seguro al lado del humano.
Al principio se llevan a cabo en un espacio seguro, el caballo llevando una cabezada y con una cuerda de 3,7 metros.
A medida que vayas avanzando en la técnica y también te relaciones y comuniques, podrás usar una cuerda de 7m. y después una de 14m. antes de continuar jugando en libertad con obstáculos etc.
Todo lo que hagas con tu caballo deberá ser un juego. Si afrontas una situación con esta forma de pensar, te quedarás más tranquilo, sin frustrarte, y tu caballo permanecerá más atento.
Los Siete Juegos son importantes para el desarrollo mental, físico y emocional de tu caballo y éste será más valiente, estará más en forma y más tranquilo.
Antes de explicar Los Siete Juegos, quiero mencionar que estás trabajando con un animal vivo. Si no tienes mucha experiencia con caballos, o tienes un caballo con muchos problemas, un caballo entero, etc., mejor solicita la ayuda de un profesional. Con los juegos es muy importante saber leer el lenguaje corporal del animal y responder adecuadamente, sobre todo en casos de emergencia. Si no responde como es debido, puede ser que el caballo haga lo contrario de lo que queremos conseguir, por culpa nuestra. Es imprescindible permanecer tranquilo siempre, y de buen humor. No es cuestión de obligarle a algo, sino de enseñarle con paciencia.
EL JUEGO AMISTOSO:
El Juego Amistoso trata de demostrarle a tu caballo que no le vas a hacer daño, aunque tengas la posibilidad de hacerlo.
Además de acariciarlo, también tienes que ponerle en situaciones (controladas por ti) que le pudieran dar miedo, pero de forma que aprenda que si se queda con vos, no le sucederá nada.
Al principio se trata de caricias por todo su cuerpo. Sin exclusión de ninguna zona, las manos, los cascos, las orejas, la cabeza, el cuello, etc. hasta que no quede ningún lugar que no te deje tocar. Cuando has conseguido tocarlo sin problemas a ambos lados, puedes continuar acariciándolo, pero esta vez con algo en tu mano, una cuerda, un cepillo, etc.
Para seguir avanzando, ahora incluirás algo que posiblemente le asuste un poco, como, un trocito de papel o una bolsa de plástico, por ejemplo. Lo importante de este juego es que siga siendo un juego. No le obligas a nada, y todo lo haces con una sonrisa y el cuerpo relajado, con un ritmo suave, mostrándole que no tiene nada que temer. Este juego no tiene límites, solamente tu propia imaginación. Te habrás dado cuenta que no es necesario ir muy rápido. Más vale ir despacio pero seguro. Si corres demasiado y el caballo empieza a preocuparse, o peor, siente miedo, lo habrás perdido todo y tendrás que volver a empezar desde el principio.
Muchos caballos, aunque montados durante años y años, nunca han tenido la posibilidad de conocer bien la montura. Como nivel avanzado, puedes jugar con la montura o la sudadera, poniéndolos desde ambos lados, de una forma tranquila, sin tener necesidad de atar al caballo. Es importante dejar espacio a tu caballo para moverse (expresarse) mientras que está aprendiendo que no es necesario tener miedo. Intenta utilizar poca presión sobre la cuerda hasta que se quede quieto. También es muy importante el ritmo. Enseñarle a tu caballo con ritmo le dará más confianza porque irá anticipando lo que va a pasar.
EL JUEGO DEL PUERCO ESPIN:
Los caballos tienen un reflejo de oposición, que es parte de su comportamiento natural. Es el instinto de empujar contra la presión que le permite defenderse cuando se siente atrapado. Cuando se siente inseguro, mental, emocional o físicamente, desea empujar contra cualquier presión, que puede ser su cabezada, el bocado, la cincha o tu pierna. También explica por qué se tira hacia atrás o por qué tiene problemas para estar en lugares pequeños como un remolque. Por naturaleza tienen claustrofobia, por lo cual, el reflejo de oposición es su estrategia para sobrevivir.
El Juego del Puerco Espín trata de enseñar al caballo cómo ceder a la presión, y como deshacerse de la presión. Lo que solemos usar son golpecitos, pero más vale una presión suave pero tranquila para enseñar que su responsabilidad es ceder a la presión para sentirse cómodo.
¡Ten cuidado! Los caballos son “cinturón negro” en este juego, ya que es lo que usan entre ellos para decidir la jerarquía. Van a probarte para ver si vales como su líder, entonces tienes que estar mentalmente bien preparado y tranquilo.
El objetivo es mover a tu caballo en la dirección deseada con la mínima presión. Le das presión en una zona de su cuerpo, probablemente en su cuello para empezar, con tu mano. Y esperas, hasta que ceda. Puede ser que no se mueva nada, y tienes que poner más presión hasta que ceda. Puede ser que se acerque más a ti, empujando contra la presión, no se la quites! Pero al momento que ceda, aunque sea nada más que un milímetro, le quitas la presión y le frotas en el mismo lugar como caricia. Déjale pensar sobre lo que ha pasado antes de volver a repetirlo. Te sorprenderás que con poquísima presión puedes mover tu caballo, si se lo enseñas bien.
Cuando tienes el principio bien establecido, puedes avanzar usando menos presión todavía, usando otras partes de su cuerpo, moverlo en varias direcciones, etc. El objetivo es mover a tu caballo en la dirección deseada con la mínima presión y que se pare en el momento que empiezas a acariciarle el lugar que has tocado para moverlo.
EL JUEGO QUE CONDUCE:
Los caballos juegan El Juego de Conducir entre ellos todo el tiempo. Lanzan una mirada intensa, pliegan atrás sus orejas, agitan sus colas o levantan una pata trasera, diciendo “¡si no te mueves, encontrarás mis dientes o mi pie!”.
El caballo necesita aprender a ceder a tu presión física antes de ceder a tu presión mental. Estás desarrollando tu idioma de sugestión. El caballo aprende que si no cede a tu sugestión, encontrará la presión física de una cuerda, o un brazo como consecuencia. El juego consiste en mover a tu caballo sin tocarlo.
Pero si no se mueve, le tocarás hasta que sí lo haga. Existe una diferencia que tu caballo comprende. Si le pegas a un caballo con malas intenciones, no volverá a confiar en ti o empezará a defenderse. Los caballos no entienden el castigo y los confunde, porque no entienden el por qué.
La presión rítmica, carece de la carga emocional de un castigo. El caballo comprenderá la consecuencia de no haberse movido.
Lo peor que puedes hacer a tu caballo es mentirle. Si creas la sugestión, tienes que seguir adelante con las consecuencias. El caballo te entenderá directamente. Pero, si no haces lo que ibas a hacer, entonces, es que no te importa verdaderamente que se mueva, y el caballo perderá su confianza en vos como líder.
Tu caballo necesita saber que su líder no miente.
Para jugar al Juego De Conducir, mira si puedes hacer caminar al caballo hacia atrás, solamente con el movimiento de tus dedos. Intenta mover su grupa, girando la cuerda, que mueva su espalda girando la cuerda. (Ten cuidado que no te dé una patada, si no entiende bien qué es lo que quieres. Hace el ejercicio con toda tranquilidad y acuerdate de que no se trata de castigar. Si el caballo no mueve la grupa o la espalda girando la cuerda, dale un toquecito con el final de la cuerda. El objetivo de este juego es que puedas mover la grupa o la espalda de tu caballo con nada más que una mirada.
EL JUEGO DEL YO-YO:
Este juego consiste en aprender a enviar a tu caballo atrás y adelante en una línea recta. A lo mejor al principio no sale en línea recta, pero es lo que deseas conseguir al final. Algunos caballos se acercan con facilidad, pero no retroceden para nada. Otros corren hacia atrás, pero no quieren acercarse. Considera el retroceso un Yo y el acercarse un Yo. El objetivo del Juego del Yo-Yo es conseguirlos equilibradamente.
Para que el caballo camine hacia atrás, mueve la cuerda. Comienza con poco movimiento, hasta que se mueva toda la cuerda y el caballo se sienta algo incómodo. Cuando se mueva algo, cesa el movimiento de la cuerda para que sepa que eso era lo que querías lograr.
Vuelve con suavidad otra vez, hasta que dé un paso atrás, cesa el movimiento y déjale pensar. Repítelo hasta que el caballo entienda qué es lo que quieres lograr. Para avanzar en el nivel, puedes pedir un paso y hasta varios pasos con una cuerda más larga.
Ahora, invítalo a que se acerque. No es cosa de empezar a tirar de la cuerda, pero, aplica un poquito de presión, acariciando la cuerda. Sigue acariciando con más presión cada vez (pero dejando al caballo bastante tiempo para poder pensar y reaccionar.) Cuando dé un paso adelante, quita otra vez la presión. Vuelve a hacer el ejercicio hasta que el caballo se acerque con la mínima presión.
EL JUEGO DE LOS CÍRCULOS:
La mayoría de la gente piensa que este juego es igual a dar cuerda, pero el Juego de los Círculos es mucho más. Es un ejercicio mental, además de físico, porque el caballo va aprendiendo a mantener el mismo ritmo y la misma dirección por sí mismo hasta que le pidas otra cosa.
Para jugar el Juego de los Círculos, empieza con el caballo mirándote de frente. Usa tus experiencias del Juego de Conducir para enviar el caballo en la dirección que quieras (derecha o izquierda), a la velocidad deseada, dejándole llevar a cabo su trabajo. Para que tu caballo vaya hacia la derecha, dirige tu pie derecho hacia las cuatro horas del reloj, levanta tu brazo derecho en la misma dirección que tu pie derecho con un ligero contacto a través de la cuerda.
El gran secreto es que cuando tu caballo está haciendo lo que quieres que haga, lo dejas tranquilo, te quedas neutro. Pero en el momento que decide parar, lo corriges. Cada vez que cambia de dirección o velocidad, lo traes al centro, y vuelves a enviarlo hacia fuera de nuevo. Irá aprendiendo que estará más cómodo en el círculo.
Además de que solamente cuando el caballo cambia algo sin que lo deseemos es cuando le damos instrucciones, existe una diferencia más con la forma tradicional de dar cuerda. Serán un mínimo de 2 círculos a la misma velocidad y dirección, y un máximo de 4. Si tu caballo es capaz de hacer dos vueltas sin tu ayuda, muestra su respeto y responsabilidad. Después de 4 vueltas, empezará a aburrirse. Si le quieres pedir más de 4 círculos, intenta hacerlo más estimulante, poniendo obstáculos, cambiando la cuerda por una más larga, haciéndolo en otro lugar, etc. Es muy importante hacerlo divertido para el caballo.
Las diferencias entre este juego y dar cuerda son varias. Los objetivos son diferentes, el material que usas es diferente, la cantidad de círculos es diferente, nuestra atención es diferente, nuestra intención es diferente etc.
Muchas veces observo a la gente dar cuerda a su caballo. Lo único que hacen es mover el animal. Vueltas y vueltas y vueltas. Empujándole todo el tiempo, o haciéndole correr sin otro objetivo que quitarle el sobrante de energía para poder montar sin riesgos. Si dejas al caballo en el mismo sentido demasiado tiempo o con la misma velocidad, pondrá el piloto automático y usará su cuerpo de una forma más económica, para no gastar demasiada energía. Además, solamente estarás trabajando su cuerpo sin preocuparte de su mente.
EL JUEGO DE LOS PASOS LATERALES:
Es bueno para tu caballo que camine hacia atrás y hacia los lados. Además de que tu caballo será más atlético físicamente, caminar de lado también lo calmará emocionalmente y comenzará a usar su habilidad mental para aprender. Es complicado tener miedo caminando de lado.
Para empezar con el Juego de los Pasos Laterales necesitarás una valla. Esta valla ayudará a que tu caballo no se adelante mientras está buscando la solución, intentando entender lo que le estás pidiendo. La cuerda de 3,7 m. es ideal como ayuda. Caminar de lado no es nada más que el Juego de Conducir (o el Juego del Puerco Espín) para dirigir el tercio anterior del caballo, el tercio posterior, tercio anterior, tercio posterior, etc. pegado a la valla. Pronto el caballo entenderá lo que le estas pidiendo, y comenzará a mover sus anteriores y sus posteriores a la vez, para caminar de lado.
Asegúrate de que no tiras de la cuerda, si ves que sus anteriores van demasiado rápido, es mejor empujar la grupa para que vaya con el cuerpo derecho. Sigue practicando, hacia ambos lados, hasta que lo haga tranquilo y con un buen ritmo.
EL JUEGO DEL HUECO:
Siendo claustrofóbicos, los caballos odian los espacios estrechos y confinados. Este juego hará a tu caballo más valiente ante tales situaciones, y aprenderá que no hace falta aterrarse.
Para jugar el Juego del Hueco, busca un espacio seguro con una pared o valla. Ponte a unos 3 ó 4 metros de la valla, y pide al caballo pasar entre vos y la valla.
Con algunos caballos puede que sea demasiado estrecho, en tal caso tendrás que situarte a más distancia. Poco a poco, tu caballo tendrá más confianza y podrás ir estrechando el espacio con la valla, hasta que el caballo consiga pasar por un pasillo de un metro (parecido a entrar en un remolque.)
Es importante procurar que el caballo se sienta cómodo pasando por el lugar que le ofreces, y que pase totalmente, antes de dejarle dar la vuelta para volver por el mismo lugar. Cuando está totalmente cómodo, puedes avanzar haciendo el mismo ejercicio al trote, al galope, o usar varios lugares, varias vallas, y también dejarlo entrar en un remolque.
¿Cuánto tiempo seguimos jugando?
Trata de jugar el juego o los juegos el tiempo óptimo para que el caballo esté cómodo. Pueden ser 2 minutos, pueden ser 2 horas. Lo importante es que el caballo salga mejor que antes, y que nuestra relación vaya mejorando. Sí es cierto que jugando correctamente los 7 juegos, te ayudará mucho en el futuro con cualquier ejercicio que le quieras enseñar.
También te ofrece un tiempo para observar los movimientos de tu caballo, ir conociéndolo mejor, y pasar un buen rato divertido con él. Puede ser que consigas respuestas que no esperabas, puede ser que los juegos solucionen problemas no relacionados con ellos, porque terminarás con un caballo más tranquilo, más valiente, y más atlético.
Un verdadero amante de los caballos se tomará el tiempo necesario para desarrollar su caballo, sin ayudas artificiales, sin precipitaciones. Cuando empieces a entender más a los caballos, su fisiología, su psicología, su jerarquía, etc., encontrarás las soluciones a tus problemas, desarrollándote como un Natural Horseman.
Fuente: eldiariodechihuahua.mx Cristian Granadaos | Chihuahua.- La vida diaria de la familia Palacios, transcurre como si la línea del tiempo y la historia se hubiera detenido en el “Viejo Oeste”, además de que orgullosamente ostentan y muestran sus raíces que les heredaron los “Indios Apaches Navajos” originarios del Norte de México y Sur de Estados Unidos. El pilar de la familia, Carlos Palacios, narró que durante su estancia en el estado de Arizona, en la ciudad de Phoenix, debido a su trabajo sufría de artritis, inflamación en su cuerpo que le fue curada por los "Indios Navajos", quienes también le heredaron el conocimiento, por lo que ahora ofrece sus servicios de sanación a todos aquellos que no cuentan con los recursos económicos para atenderse.
Para sobrevivir la familia Palacios, conformada por las dos pequeñas Cariana, y Ángela, y su madre Marisela García, salen a la calle acompañadas de su padre, a bordo de una diligencia ataviada con sillas de montar, nopaleras, y demás objetos valorados por los vaqueros, la cual es tirada por un caballo pequeño o poni, la cual forma parte del espectáculo de los “Indios de Arizona Arte Navajo”.
A ellos lo puede encontrar en la intersección de las calles 38, y Felipe Ángeles de la colonia Unidad Proletaria, así como cada domingo en las inmediaciones del tianguis de “San Jorge”, donde por una compensación económica los más pequeños del hogar podrán disfrutar de un paseo en uno de los tres ponis de la familia Palacios, además de disfrutar de la escenografía más representativa del “Viejo Oeste”. Los navajos son la nación indígena estadounidense más numerosa con cerca de casi trescientos mil. Viven en el Suroeste de Estados Unidos, entre los estados de Arizona, Nuevo México, Utah y Colorado, a ellos se suman 37 navajos que habitan en Chihuahua y Sonora, al Norte de México. Jinete y Caballo
A mediados de Julio de 2014 Chile se conmocionó por la noticia emitida por un importante medio de televisión , en torno a una cacería irregular de caballos salvajes en la estancia Yendegaia de Magallanes, propiedad de la Fundación del mismo nombre, y que fuera donada al estado chileno por el Sr. Douglas Thompkins en enero de 2014 para crear un parque nacional en la zona.
El acuerdo de Cooperación e Investigación entre la Fundación de Investigación y Protección del Caballo Epeison Austral de Darwin y la Asociación Chilena de Veterinaria Equina firmado hoy, contempla la cooperación para el desarrollo de la Investigación etológica (comportamiento), genotípica (origen genético ), fenotípica (formológica ) y fisiológica funcional de los Caballos Epeison Australes de la cordillera de Darwin , siendo el objetivo principal , la investigación y protección por parte de la Fundación en conformidad a sus estatutos.
Con este acuerdo “ buscamos un fuerte y necesario apoyo y una asesoría profesional de primer nivel para realizar estos estudios antes descritos y un cercana colaboración en la selección de las instituciones a quienes les encargaremos los mismos , ya que la fundación pretende entregarle al Estado de Chile un programa para lograr un manejo sustentable de estas manadas de esta tan exclusiva raza de caballos, por eso hemos querido profesionalizar el tema y unir en esta labor a la asociación” indica Andrés Cox Baeza, Presidente de la Fundación de Investigación y Protección del Caballo Epeison Austral de Darwin.
Luego “vendrán convenios con las universidades para realizar los estudios y seguiremos esperando que CONAF tome el manejo de estos territorios para que nuestra institución pueda realizar un convenio de colaboración con ellos, para ayudarlos muy cercanamente en el manejo sustentable de estas manadas”, indicó Cox.
En Magallanes ya se celebra la noticia, como lo ha mencionado el concejal por Punta Arenas Juan José Arcos , quien indicó que: “Es fantástico, la idea es salvar los caballos que no son un tema comercial . Se está haciendo justicia con el caballo de Tierra del Fuego quien es el que se ha ganado su derecho de subsistir en libertad y quien debe usar los territorios de Tierra del Fuego. Este caballo es único en el mundo y muy resistentes en todos los sentidos , me parece muy bien y es excelente que se realicen este tipo de acuerdos. Son caballos, con pelaje, dimensiones y aclimatación impresionante, es un gran recurso para el turismo mundial que es patrimonio de Magallanes ”.
“Es ese caballo que, por la topografía de la Isla, fue adoptando ese paso corto lateral, que era un paso que daba comodidad al jinete". (Juan Luis Martínez Pérez)
En una finca de Manatí, un matrimonio se dedica con ahínco al entrenamiento de estos animales
Fuente: static.elnuevodia.com Por: Por Osman Pérez Méndez Casi cada fin de semana, en algún rincón de Puerto Rico hay alguna competencia o exhibición de caballos de paso fino, una raza que es orgullo de la Isla y que se distingue por su peculiar y elegante paso corto lateral. Pero mucho antes que un caballo llegue a esas competencias, hay que cuidarlo y entrenarlo, una labor que exige mucha atención y cariño. A tales menesteres se dedica el matrimonio de Domingo Nieves y Magdalis González, quienes poseen una veintena de caballos, de paso fino, de paso y de paseo. Desde temprano en la mañana, llegan a la Hacienda Tierras Nuevas, en Manatí, para preparar los alimentos de los animales y poner en orden los aperos que usarán en el día.
Antes de arrancar con su rutina diaria, Magdalis aprovecha para explicar toda la historia y cultura detrás del caballo de paso fino.
“Es una raza. Durante muchos años fueron mejorándola. Luego esos caballos se fueron mejorando hasta dar paso a las competiciones”, dice mientras busca una carpeta con varios documentos.
Añade que hay otros caballos de paso, como el caballo de paso colombiano o de paso peruano. También hay caballos de aquí, criollos, que tienen el paso lateral, pero no son de paso fino.
“Pero, aunque hay todas esas modalidades de paso, en Puerto Rico como paso fino se reconoce solo al caballo puro puertorriqueño de paso fino”, continúa Magdalis, añadiendo que existe incluso una ley para tales efectos.
Pruebas de ADN
Y para estar más seguros de esa pureza, los ejemplares tienen que ser inscritos en un registro genealógico, con todo y muestras de ADN y hasta una identificación que los describe, explica Magdalis, mientras saca de la carpeta la identificación de uno de sus caballos.
“En el área del cuello, un veterinario certificado les coloca un chip con su identificación, por si cambian de dueño y de nombre. En este documento se anota todo eso, como si fuera el traspaso de un carro”, detalla Magdalis con tono apasionado. “El ADN en sí, no me dice nada, pero sí su genealogía, que lo identifica como hijo de ejemplares de paso fino reconocidos”.
Por detrás, el certificado tiene además una foto del caballo, y unos dibujos de las patas y la cara, para detallar las marcas particulares que pueda tener y que no se vean en la foto.
Aun así, no crea que todos llegan a competir, pues como explica Magdalis algunos no dan la categoría y se usan para dar paseos, para entrenar jinetes o para venderlos a alguien que quiera tener uno.
“Esto más que un deporte, es un estilo de vida”, afirma Magdalis sobre el paso fino, cuya práctica desde 1978 se reconoce como un deporte nacional autóctono de Puerto Rico.
Cerca de las 8:00 a.m., y ya escuchando las voces de sus dueños, los animales empiezan a hacerse sentir con relinchos, y alguna que otra patada a la jaula, reclamando su comida.
“Se alimentan dos veces al día, temprano en la mañana y en la tarde”, explica Domingo mientras vierte en una carretilla un alimento concentrado que tiene avena, maíz, soja y miel. Detrás suyo un cartel advierte que montar caballo es una práctica que tiene riesgos.
Domingo puede dar fe de eso, pues todavía se recupera de una caída que sufrió, que le provocó daños en la espina dorsal. La lesión requirió dos operaciones y casi le deja incapacitado, pero poco a poco ha ido recobrando la capacidad para hacer algunos trabajos. La carretilla, no obstante, la lleva Magdalis o el joven Alex, que trabaja con ellos en la cuadra.
Nos detenemos en la jaula de Indio, un simpático y dócil caballo al que describen como “el más mansito, que todos quieren montarlo”. También es “el más travieso”, y ha descubierto la forma de abrir la jaula para salir a pasear, él y su compañera de jaula, a la que también libera para que le acompañe.
Alimento vital
El matrimonio se toma una pausa para enfatizar en la importancia de alimentar adecuadamente a los caballos, porque no hacerlo, además de que constituye maltrato según la ley, puede llevar a que sufran cólicos que pueden llegar a tener consecuencias muy graves, y laminitis, una enfermedad que afecta sus extremidades y los puede dejar cojos.
“Y nunca, nunca, les debe faltar el agua”, insisten, destacando que pueden deshidratarse con rapidez y hasta morir.
Apenas terminan de darle el alimento concentrado y el heno, y comienzan a limpiar la jaula. A diario, hay que sacar los excrementos y la paja mojada. Cada cierto tiempo hay que cambiar toda la viruta que le sirve de cama. Domingo va jaula por jaula, entonando rancheras y cerciorándose que todo está como debe ser.
Mientras saca a un caballo marrón, el hombre de tez quemada por el sol explica que nunca se les debe maltratar “porque pueden crear mecanismos de defensa y pueden ir contra ti. Pueden morderte y patearte, y hacerte bastante daño. Una mordida te puede arrancar un canto, y una patada te puede romper un hueso”.
No obstante, su naturaleza es más bien noble. “Ellos son animales de manada. Te ven como el alfa, el líder, el que les alimenta y los protege. Eso nos da la ventaja de que dependan de nosotros”, dice Domingo, insistiendo otra vez en que no es con golpes, sino “con sensibilidad y con caricias que se les debe tratar”.
De esa forma, al sacarlos a pasear “ellos no lo ven como un castigo. Para ellos es señal que se van a lucir junto a su alfa”, comenta Domingo, agregando que para el caballo no es problema llevarte sobre su lomo porque su anatomía se lo permite. También su anatomía permite colocarle en la boca, en un espacio carente de dientes conocido como los asientos, el freno que se usa para guiarlo en una dirección o detenerlo.
Es hora de los entrenamientos a los ejemplares en turno según un calendario. Aunque en esta jornada matutina solo moverán a practicar a tres caballos, a todos los sacan de las jaulas regularmente durante la semana, puesto que “necesitan salir del confinamiento (de la jaula), porque les da vicios de ocio, y comienzan a comerse la madera de la jaula, o halar aire”.
El primero en ir al picadero, que es como llaman al recuadro donde entrenan y compiten, es Desafío. Avanza con una mezcla de alegría y orgullo, pasando a lo largo de pacas de heno y maquinaria de agricultura. Saluda con un suave relincho a un viejo perro guardián que levanta brevemente la cabeza, sin abandonar su rincón al borde del camino de entrada a la hacienda. Entra al picadero y, tras unos segundos de duda, arranca en una feliz cabalgata. Entretanto, Magdalis saca de su jaula a Fortuna, una bella yegua blanca que es objeto de feroces celos entre varios caballos, y comienza a cepillarla y peinarla. “Ellos sudan mucho, y el sudor al secarse se convierte en sal, y hay que limpiarlo para que no les lastime”, explica.
Visten a Fortuna con el equipo de bella forma, una competencia que, explica Magdalis, “básicamente es un concurso de belleza. La llevan dos personas, no la montan. Se mira todo, las patas, las orejas, el barril (la barriga), que todo sea un complemento perfecto, sin cicatrices. Tampoco se descuida el andar”.
Tras el paseo, Fortuna recibe un baño de manguera, que disfruta tanto como el cepillado.
Le toca el turno a Capataz, un macho de color blanco que es uno de los que le tiene el ojo echado a Fortuna. Mientras le coloca los aperos, Domingo explica que “ya está domado, pero hay que entrenarlo”. También le pone una faja para que aprenda a no mover la cola, y le echa repelente para que los insectos no le molesten y ande relajado y sin distracciones.
Domingo, a causa de las secuelas del accidente, necesita la ayuda de Magdalis para montar. Antes, se pone un pantalón de cuero sobre sus mahones. Sube con cuidado, y ella le coloca en estribo el pie derecho, que perdió ciertos movimientos tras la caída.
Las señales
“Siempre hay que observarlos, conocerlos. El (caballo) da señales, hasta dónde tolera, cuando algo le molesta”, detalla Domingo. “Le pones presión, pero a la vez lo relajas, y lo premias con una caricia para que aprenda. Los caballos no se entrenan con comandos verbales, como a los perros. Eso solo es en las películas. Algunos aprenden un poco los sonidos, pero todos los comandos son con el freno”. Por alrededor de una hora, el caballo pasea a lo largo de la valla, hace la figura ocho alrededor de dos postes y pasa sobre la tabla de resonancia. Termina todo sudado y listo para su baño.
Casi al final de la mañana, la pareja alista cuatro caballos de paseo. Los usan para ofrecer paseos por la finca hasta la costa, y para entrenar a jinetes, niños y también personas con discapacidades que necesitan equitación adaptada.
Antes de ir almorzar, les darán unas vueltas. Me hacen una oferta y antes que terminen ya estoy sobre Indio. Tras recibir instrucciones, el simpático caballo me lleva sin contratiempos por el picadero. Más adelante, Domingo y Magdalis cabalgan uno al lado del otro. Se toman de la mano como enamorados. Los caballos parecen entenderlos y marchan a un ritmo parejo, regalando una imagen de postal. Jinete y Caballo
Etologia Equina: Su estudio ayuda a entender mejor el origen de la comunicación humana
Fuente: elmundo.es EVA MOSQUERA RODRÍGUEZ Los caballos difícilmente podrían señalar con las pezuñas como lo hace un ser humano con los dedos, sin embargo, un nuevo estudio de comunicación en animales ha confirmado que ellos lo hacen a su manera: moviendo las orejas. De esta forma, según explica a El Mundo una de las investigadoras que ha llevado a cabo el proyecto, Jennifer Wathan, "cuando un caballo apunta las orejas hacia adelante está señalando a otro equino que ahí hay algo de su interés". Al parecer, esta especie posee una vida social muy intensa y semejante a la de los humanos. Según explica Jennifer Wathan, los caballos viven en un núcleo de individuos a los que conocen muy bien, aunque no se mantienen juntos continuamente como una manada, sino que "se reúnen y se dispersan", e incluso se acercan a relacionarse con equinos de otros grupos de forma habitual, lo que sugiere una "necesidad de mantener relaciones sociales que pueden considerar valiosas", un hecho que los etólogos suelen considerar como "detonante de la evolución de las habilidades sociales y de comunicación avanzados". En este sentido, Wathan explica que esta investigación, publicada en la revista Current Biology, "puede ayudarnos -a los etólogos- a entender mejor el motivo de la evolución de las habilidades comunicativas en las personas. Saber más acerca de la comunicación de los caballos es sólo una pieza del rompecabezas que puede revelar secretos acerca de nuestro propio idioma". El estudio de Wathan y Karen McComb, investigadoras de la Universidad de Sussex (Reino Unido), es el primero "en examinar un método de comunicación que los seres humanos no tienen: las orejas", explica Wathan, pues otros trabajos realizados previamente en etología se han centrado en el lenguaje corporal usado por las personas (orientación del cuerpo, la cabeza y la mirada). Además, para los caballos, las expresiones faciales "son fundamentales para su comunicación" pues, "al parecer, los caballos examinan antes la expresión detallada de los ojos y las orejas que la posición de la cabeza", declara la investigadora. Según Wathan, este estudio "es un recordatorio para que los seres humanos miren más allá de sus limitaciones y reconozcan que otras especies pueden comunicarse de otras formas que las personas no pueden". Además, según afirman las investigadoras, el nuevo estudio también cuestiona la noción de que los animales con los ojos a los lados de la cabeza no pueden recoger información basada en la dirección de la mirada de otro animal. Un diccionario equino Durante el experimento, mientras los caballos se comunicaban entre ellos para señalar objetos de interés o para guiarse por un camino concreto, las etólogas recogieron una serie de expresiones faciales mediante vídeos y fotografías para su posterior traducción. El objetivo, además de profundizar en su investigación para comprender mejor el lenguaje equino, es recopilar una serie de señales con significado universal y elaborar una base de datos a modo de diccionario. Por ahora, el diccionario, bautizado EquiFACS, está en su primera fase de desarrollo y sólo describe los movimientos, por lo que todavía no ofrece el significado exacto hasta que se complete el trabajo previo de codificación. Para llevar a cabo EquiFACS, Wathan y McComb recogieron fotografías documentando las expresiones de los caballos y las utilizaron a tamaño natural para mostrárselas a otros ejemplares ofreciéndoles mensajes concretos, como por ejemplo, señalar al lugar correcto dónde se encuentra el alimento. Así, pudieron confirmar que la posición de ojos y orejas es especialmente importante en su comunicación, incluso más que los relinchos o la posición de la cabeza, pues durante el experimento descubrieron que al tapar estos rasgos faciales de los equinos fotografiados, el caballo receptor mostraba dificultades para interpretar correctamente el mensaje, así como también pudieron apreciar que los equinos juzgaban de forma diferente el mensaje en función de la identidad del caballo de la foto, lo que para las etólogas sugiere que los rasgos faciales individuales también pueden ser importantes en la comunicación de estos animales.
A mediados del siglo XIX, carruajes, carrozas y carretas recorrían las calles de lo que hoy es la Ciudad de México, cuidando de no exceder los 10 kilómetros por hora que establecían los reglamentos de la época. Si el vehículo era tirado por burros seguro que nunca se romperían las normas de velocidad.
Los caballos tenían mejor estampa, pero los asnos aseguraban un trayecto sin contratiempos. En su caso, podría aplicarse el dicho popular: “más vale paso que dure y no trote que canse”. Justo esa frase podría resumir la historia de este animal de carga: un paso lento, pero duradero, tanto que a veces pasa desapercibido.
De África para el mundo
La historia del burro comienza en África. “Su distribución original abarcaba toda la región del Sahara hasta el Mar Rojo y Somalia, incluyendo el sur de la Península Arábica”, según se documenta en el libro Animales exóticos en México: Una amenaza para la biodiversidad, de Jorge Álvarez Romero, Rodrigo Medellín, Adán Olivares, Héctor Gómez y Óscar Sánchez.
La domesticación de estos animales ocurrió hace poco más de 6,000 años. El Equus asinus o asno doméstico desciende del llamado Equus africanus que habitaba al noroeste del continente africano, pero que desapareció del estado salvaje durante el Imperio romano. La única subespecie sobreviviente en estado silvestre es el Equus africanus somalicus, y es probable que lo sea por muy poco tiempo, porque se encuentra en peligro de extinción.
Descubrimientos fósiles aportan datos de un nuevo antecesor del burro: el Equus asinus europeus, lo que sugeriría que este animal no solo tiene su origen en el continente africano, sino que otras especies se desarrollaron en forma paralela en Europa.
Y aunque no tienen el mismo reconocimiento que los caballos, los burros ocupan un lugar importante entre los equinos domésticos: representan el 47% del total, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El doctor Rodrigo Medellín, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, comenta que los asnos están dispersos prácticamente en todo el mundo, como especie domesticada, pero también en poblaciones silvestres.
En México es posible encontrar las mayores concentraciones de asnos domésticos en los estados de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, México y Guerrero; mientras que en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Durango se han detectado grupos silvestres.
Por ejemplo, en la sierra de la Giganta, en Baja California, las poblaciones de burros en estado natural compiten con los escasos recursos alimenticios existentes para las poblaciones nativas, como el borrego cimarrón (Ovis canadensis) o el venado bura (Odocoileus hemiomus). “Al sobrevolar la zona, puedo decir que las poblaciones de burros son mayores que las de borregos”, comenta el doctor Rodrigo Medellín, investigador de la UNAM.
El doctor Mariano Hernández Gil, jefe del Departamento de Équidos de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, resalta que en muchas ocasiones los animales que la gente ya no emplea para el trabajo de carga los deja abandonados a su suerte. Sin embargo, la capacidad de adaptación del burro es tan buena que puede sobrevivir en estado salvaje y conformar numerosas poblaciones. De hecho, en algunas zonas de Australia o en el sur de Estados Unidos, estos animales son considerados como una plaga.
Ciencia de la supervivencia
La frase que celebra la exaltación de la libido —“como burro en primavera”— es justo un reconocimiento a las estrategias biológicas de supervivencia de estos apacibles animales: durante el mes de mayo, la hembra entra en celo; 11 meses después nacen sus potrillos, justo durante la época en que los campos reverdecen y hay alimento suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales de la hembra, para la producción de leche.
Los estudios científicos que se han hecho sobre este animal han tirado por el suelo algunos prejuicios que existen sobre él, por ejemplo, que no es inteligente. Análisis genéticos muestran que es más avanzado que el caballo, por lo menos así lo consigna una de las biblias en la investigación de los équidos: The Genetics of the Horse.
En el Imperio grecorromano, por ejemplo, celebraban su astucia y paciencia, como el binomio perfecto de la inteligencia. Sin embargo, su carácter apacible provocó que su nombre e imagen se utilizara en forma peyorativa, incluso que se le utilizara como icono de poca inteligencia. Nada que ver con la realidad.
El doctor Medellín explica que los burros viven de manera natural en zonas montañosas, por lo que trepar es su manera de escapar de sus depredadores. Este talento, inscrito en su ADN, los hace seguir siendo útiles para el ser humano.
La tradición y el conocimiento empírico de sus virtudes han demostrado que, a pesar de las nuevas herramientas tecnológicas, se siga confiando en ellos para las labores de agricultura.
Hernández Gil señala que hace un par de años un grupo de estudiantes holandeses realizó un estudio en México sobre el trabajo agrícola, apoyado por animales de carga en comparación con trabajo realizado con tractores.
“Principalmente la gente de mayor edad no solo se sentía cercana al burro, como una cuestión de tradición, sino por cuestiones prácticas: el burro sobrevive mejor con forrajes de menor calidad e incluso puede pasar largos periodos sin agua. Con el trabajo del burro se requieren de 3 a 5 kilos de semillas por hectárea, mientras que el tractor desperdicia más semilla: 20 kilos por hectárea, por la llamada resiembra”, explica el especialista.
Tradición que obliga
En Etiopía, 95% de la tierra todavía se trabaja con animales de carga, como bueyes y asnos, pero en su mayoría con estos últimos, según datos de la FAO. Los indicadores económicos asocian el mayor uso de animales de carga con un menor índice de desarrollo de un país; sin embargo, no siempre es así.
El doctor Joao Rodrigues, académico de la Universidad Lusófona de Humanidades y Tecnología en Lisboa, Portugal, explica que aunque el burro ha desaparecido como animal de carga en muchos países europeos, en las naciones del sur —Portugal, España, Italia y Grecia, así como del este, como Rumania y Ucrania—, sigue siendo un elemento muy importante en los sistemas de agricultura tradicionales.
“Actualmente hay todo un nuevo movimiento en Europa para la reutilización de los équidos de trabajo, pero de una forma moderna, aplicando esta tecnología tanto en agricultura como en el desempeño de las más variadas funciones, teniendo en cuenta que la energía animal puede ser ampliamente utilizada”, señala Rodrigues.
Además, la tracción animal se está revalorando. La subdirección de Ingeniería Agrícola de la FAO busca fomentarla como una fuente de energía renovable, que se puede mantener con pocos insumos externos y mediante la cual los sistemas agrícolas mixtos fortalecen la integración entre agricultura y ganadería sostenible.
Para el especialista portugués, el burro está resurgiendo con un papel importante en esta nueva dinámica: “Sobre todo algunas de las razas de talla más grande, como el zamorano-leonés, que presentan mucha capacidad de tracción”.
Santuario para un trabajador
En México, los burros no solo son parte del paisaje de las zonas rurales; también son los protagonistas de una feria que cada año se celebra en Otumba, Estado de México, y son parte de la imagen de una ciudad como Tijuana, el único lugar del mundo donde es posible encontrar asnos disfrazados de cebras, listos para posar en la fotografía del recuerdo.
Y aunque su presencia aún es notoria, su población ha presentado un descenso en los últimos años: hace una década había 1.5 millones de burros, de acuerdo con el Censo de Población de Équidos 1991-1994. El censo de 2007-2010 registró una población de un millón de ejemplares.
Hernández Gil resalta que la cifra ha disminuido porque en muchas regiones del país este animal cayó en desuso: “El burro ha sido sustituido por vehículos de bajo costo en zonas que ya se han urbanizado. El caballo permanece por ser símbolo de poder, pero en muchos lugares al burro lo mandan al rastro o lo dejan abandonado a su suerte”.
En Europa se está revalorando a estos animales, porque se están quedando sin ellos.
De acuerdo con datos de la FAO, existen 44 millones de asnos en el mundo; por lo que la especie, en sí, no está amenazada. Sin embargo, algunas razas, las que presentan un conjunto de características fenotípicas que las identifica, sí están en peligro de desaparecer, por ejemplo: el burro zamorano-leonés, raza autóctona española; el burro mirandês, única raza autóctona reconocida en Portugal; y el burro de poitou, raza francesa. El mirandês y el zamorano-leonés no tienen más de 1,000 animales registrados.
Para salvar a estas razas y contribuir a la revalorización de este animal, hay quienes impulsan la creación de refugios.
Estos lugares ya funcionan en España, Inglaterra, Portugal y Francia.
El refugio de burros más grande está en Inglaterra. Se trata del Donkey Sanctuary, fundado en 1969, después de que la doctora Elisabeth Svendsen se percató de las condiciones en las que eran vendidos los asnos en un mercado local. Svendsen decidió destinar su propiedad para el cuidado de los animales que habían dedicado su vida al servicio del humano y que acababan sus días en forma lamentable.
Esta organización creció a niveles insospechados: actualmente tienen nueve granjas (un total de 1,000 hectáreas), alberga a cerca de 4,000 burros y cuenta con alrededor de 500 empleados en todo el mundo. También tiene sedes en India e Irlanda y proyectos de apoyo médico, investigación y educación sobre este animal en otras naciones.
La situación de los burros en el Reino Unido es muy diferente a la de México. Nunca tuvimos tantos burros de trabajo. Ahora no hay casi ninguno. El Donkey Sanctuary es una institución caritativa de bienestar animal que se adapta a su tiempo y lugar”, señala Stephen Blakeway, director internacional de operaciones del refugio.
Esta fundación también busca que se reconozca a los burros como grandes aliados en el apoyo terapeútico para personas con necesidades especiales, como el autismo.
La asnoterapia sigue básicamente las mismas premisas que la equinoterapia: cepillando, acariciando o montando al equino se da un acercamiento con el animal para poder realizar diferentes ejercicios, según la discapacidad a tratar.
La diferencia es que el burro es un animal más dócil y manejable que un caballo, pero sobre todo, quienes trabajan con ellos no se cansan de subrayar su cualidad más importante: su inteligencia.
Los impulsores del Donkey Sanctuary, fundación que ha tenido contacto con la UNAM por más de 20 años, intentan transmitir la idea de que el verdadero refugio para este animal debe estar en cada lugar donde habite.
La revalorización del burro no solo está presente en los lugares donde funcionan los refugios Donkey Sanctuary. Desde hace más de 20 años se lleva a cabo el Coloquio Internacional de Équidos de Trabajo y, a finales del año pasado, se realizó el Primer Simposio sobre el Bienestar del Burro, en la Universidad de California, en Estados Unidos; ahí se trataron desde aspectos exclusivos de la salud del animal hasta su papel en la economía mundial, como su lugar primordial en las llamadas economías en desarrollo y su renacer en países europeos.
Joao Rodrigues señala que “es muy importante comprender que el burro no va a dejar de desempeñar las funciones que hoy día sigue haciendo en la gran mayoría de las naciones de Asia, África y America. Es una pieza clave para la calidad de vida de sus propietarios, porque ellos dependen del trabajo de este animal”.
Especialistas como Rodrigues apuestan a que la historia de los asnos siga escribiéndose, pero por encima de todo que se revalore su importancia como un animal trabajador, adaptable, apacible y, más que nada, inteligente. No importa que su revalorización sea a paso lento, pero seguro.
Fuente: cubadebate.cu Para el campesino Lázaro Luis Matanzas la víspera del Día de las Madres de 2012 quedará por siempre en su memoria. Ese sábado su yegua Carola le dio el alegrón mayor: era protagonista de un parto gemelar, pero curiosamente sus vástagos fueron un mulito y una potranquita.
Sobre la génesis de los hechos nos cuenta Marisleidys Matanzas, la hija: “Ella estaba suelta en el campo y el caballo de un vecino la montó por la mañana, cuando mi papá vino de la vega se lo dijimos y él dijo que iba por el burro, porque quería un mulito, así que en la tarde de ese día también la montó el burro, pero jamás nos imaginamos que una cosa así pasaría”.
El suceso constituye, en opinión del doctor José García, director técnico del Instituto de Medicina Veterinaria en la provincia, una rareza debido a que la hembra equina está constituida anatómicamente como especie unípara (que puede parir una sola cría) por las particularidades excepcionales de sus ovarios, de los cuales puede liberar un solo óvulo por un lugar determinado llamado “fosa de ovulación”.
¿Cómo puede explicarse este caso raro?, a esta interrogante responde el especialista: “La madre en período de celo puede superovular y al ser montada o cubierta por más de un semental pueden quedar fecundados los dos óvulos con nemaspermos (espermatozoides con cola) de ambos sementales.
“Como la hembra fue cubierta por un caballo en la mañana y en la tarde por un burro, y al tratarse de una yegua paridora -nueve partos anteriores- corpulenta, con buena capacidad pélvica, pudo desarrollar ambos fetos en el claustro materno.
“A la hora de parir primero trajo al mundo a la potrica que estaba a término, y seguidamente el mulito también fue expulsado, pero prematuramente pues la duración de la gestación de las yeguas cuando es de caballos demora 11 meses, y cuando es de burros, tarda un año”.
Afortunadamente el mulito nació con buenos reflejos vitales y con la maduración pulmonar necesaria, aunque a las 72 horas presentó una onfalitis con poliartritis que se trató adecuadamente, y el día de la visita de Guerrillero había retornado a la normalidad.
El suceso, inusual por demás, capta la atención de todos en la zona, allá en Consolación del Sur, donde Lázaro y su esposa Caridad tienen su modesta morada, a la cual alegra hoy Linda y Dichoso, nombres con que bautizaron a estas nuevas crías.Jinete y Caballo