TBR Oaks Great Flash con Hicky disfrutando de la tarde en el prado.
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En el capítulo anterior anunciábamos que mostraríamos cómo empezábamos a tocar las potras y establecíamos el respeto a nuestro espacio. Hay un cambio de planes, muestra de que esta serie de artículos es algo vivo, en este tiempo ha llegado el momento del destete de las potras.
Vamos a explicar nuestra forma de hacerlo y cómo aprovechamos esta fase tan importante en la vida de los potros para mejorar nuestra relación con ellos.
Una gran noticia es que a las dos potras se ha unido TBR Ruf Whiz, un precioso macho, hermano de padre de TBR Shee is Smart & Whiz.
En un principio teníamos dos grupos, Oaks Great Flash con su madre y con Hicky y los dos hermanos con sus respectivas madres. Lo que hicimos fue separar a los potros de sus madres de forma gradual. Hasta que éstas dejan de dar leche me gusta que no pierdan el contacto visual con los potros, pues así se reduce el estrés. A menos estrés más rápido dejan de producir leche. También es una forma de que los potros se vayan separando de sus madres gradualmente. Primero pierden el alimento pero no el contacto físico ni visual, pues lo tienen a través del cercado. Intentamos siempre que el potro no esté sólo al separarse de su madre. En el caso de los hermanos era muy fácil. Nosotros tenemos una serie de corrales específicos para el destete. En este caso, una madre está en un corral en un extremo, a continuación los dos hermanos y en el tercer corral la otra madre.
En el caso de Flash, la pusimos en un corral pegado a su madre con Hicky, con quien ya formaba manada.
Pueden verse los corrales donde están la madre y los potros.
En esta situación dejamos a los tres potros durante quince días. Mientras tanto aprovechamos este período para trabajar con ellos. Es un momento muy adecuado para mejorar nuestra relación con los potros. De alguna manera se encuentran muy débiles emocionalmente y aceptarán nuestra presencia de buen grado. Es un buen momento para empezar a acariciarlo si es que no lo hemos hecho antes.
En nuestro caso, Juan Jr ya había trabajado bastante con Flash mientras estaba con su madre. Juan estaba en el hospital cuando nació y al llegar a casa tuvo que pasar varias semanas en silla de ruedas, por lo que no pudo hacer mucho con su potra. Una vez que empezó a moverse con muletas pudo empezar a meterse en su corral y trabajar su relación con ella. En el próximo capítulo veremos cómo fue ese trabajo antes del destete.
En cambio con los dos hermanos apenas se trabajó ya que estaban sueltos con sus madres en el prado.
En estas fotos podemos ver como Juan y Flash tienen una buena relación. La potra está encantada de estar con él. Esta es la base del éxito, conseguir que haya mucha confianza entre ambos.
Juan espera a que Flash se acerque.
Es una buena idea esperar agachado a que el potro se acerque, pues de ese modo estamos siempre dentro de su campo visual. Es muy importante que el potro pueda vernos en todo momento, le ayudará a confiar.
Juan se levanta y le acaricia en la cara. Se necesita mucha confianza del potro para que le guste estar en esa posición, pues Juan está en su zona ciega.
Normalmente siempre empezamos a acariciar al potro por un lado, puede ser en el cuello o en el hombro, ya que de esta forma siempre puede vernos con uno de sus ojos. Cuando ya hay mucha confianza el potro se relaja y disfruta del contacto de nuestras caricias.
En esta posición la potra está disfrutando de la presencia de Juan mientras come. Además estamos empezando a cargar un poco de peso en su dorso, lo que nos va acercando poco a poco al momento de montarla.
A diferencia de Flash, los dos hermanos están mucho más tímidos en el contacto con nosotros. Las primeras veces, simplemente paseamos entre ellos y dejamos que su curiosidad actúe.
Acariciamos al potro mientras se mueve a nuestro lado.
Mientras pasan por nuestro lado dejamos escapar furtivamente alguna caricia. Lo que nunca intentamos es controlarlo o bloquear sus movimientos. El potro debe decidir por sí mismo dejarse acariciar. Una de las zonas donde más les gusta que les acaricies y es más sencillo llegar, es justo encima de la cola. El potro siempre tiene salida hacia adelante si tiene algún problema, por lo que se encuentra muy seguro, y es una zona donde normalmente les pica y les resulta difícil rascarse.
Agachados esperamos que los potros se interesen por nosotros
Nos agachamos y esperamos que se acerquen. Les dejaremos que nos investiguen. Que nos huelan y que jueguen con sus bocas. Es la forma que ellos tienen de conocer a los demás.
Conforme va aumentando la confianza vamos tratando de tocar otras partes de su cuerpo como el lomo, las patas, etc.
En esta posición empezamos a trabajar sobre su lomo.
Tras unos cuantos días organizados de esta forma, decidimos poner a los tres potros juntos. Ya separados completamente de sus madres y de Hicky, la primera noche dejo a Flash en el corral continuo al de los dos hermanos, para que se vayan conociendo sin riesgo de que se hagan daño.
De esta forma pueden tener contacto de manera segura. La curiosidad ante los nuevos amigos les ayuda acercarse y la falta de la madre les hace buscar consuelo el uno en la otra.
Al día siguiente los dejamos juntos en el prado. Siempre es mejor que haya un espacio grande donde puedan correr y no se encuentren encajonados, lo que podría provocar cierta violencia entre ellos.
Se puede encontrar un vídeo de estos primeros momentos en el prado en el siguiente enlace:
Fue muy interesante ver como Flash que todavía tiene mucha querencia con Hicky, corría a la parte del prado más cercana a ella. Luego trotaba hacia sus nuevos amigos, pero sin llegar a integrarse entre ellos, quedándose un poco apartada. Al cabo de unos segundos volvía a correr hacia Hicky, luego otra vez se acercaba a los potros y así durante una hora.
Flash va en busca de sus nuevos amigos.
Poco a poco, cada vez pasaba más tiempo con los otros potros hasta que se integró completamente en el grupo. Al final los tres se pusieron a pastar totalmente relajados. Pero no terminaban de formar un grupo. Flash estaba la mayor parte del tiempo un poco alejada de los otros dos.
Comiendo los tres tranquilos, pero Flash se mantiene un poco separada de los otros dos.
Quería ayudarles a que se integraran del todo en una sola manada. Es muy útil que los tres formen una piña, así cuando separas a uno para trabajar los otros dos se hacen compañía y se quedan tranquilos y no le llaman todo el rato.
Pensando en eso se me ocurrió que tenía que hacer algo que los uniera definitivamente, que reforzara sus lazos de amistad. No hay nada mejor que poner un elemento extraño en la ecuación para que los tres se unan enfrente de lo extraño. Y así lo hice. Decidí meter en el prado con ellos un caballo adulto y desconocido para los tres. Por suerte tenemos a Woody, que ya me ha ayudado con potros otras veces. Es muy tranquilo y sabe imponer respeto con cuidado.
En cuanto entró Woody los tres se juntaron y fueron a investigar.
Tras olerse un poco y alguna amenaza de Woody cuando entraban demasiado en su espacio, los tres decidieron que era mejor unir fuerzas y no quedarse demasiado cerca de Woody, decidiendo irse los tres juntos, y así por primera vez empezaron a comportarse como una manda, coordinando sus movimientos.
Los tres amigos se van, es mejor no molestar.
Tras varios acercamientos más, al final deciden que lo mejor es quedarse los tres juntos, apoyarse mutuamente y disfrutar de una espléndida tarde en el prado. La estrategia ha dado resultado los tres potros ya forman la manda que queríamos.
Los tres potros ya son una manada.
Como puede verse en las fotos los potros ya llevan cabezadas. Dedicaremos el próximo capítulo sobre como ponemos la cabezada por primera vez y empezamos a ramalear. También podremos verlo en vídeo.
Jinete y Caballo
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